lunes, 24 de junio de 2013

Carta al ciudadano

           Hoy te quiero dedicar estas líneas. No es que yo quiera dar consejos, tal vez lo que necesito sea recibirlos. Pero sí me tomo el atrevimiento de acercarte algunas ideas y hechos incontrastables para que reflexiones acerca del mundo que nos rodea, sus verdaderos ejes y sus consecuencias. ¡Se que estás ocupado! No quiero, entonces, robarte mucho tiempo, pero te pido prestes atención a mis pensamientos e ideas que voy a plasmar en unas pocas líneas porque, me parece, pueden ser de tu interés para que preserves el bien más preciado de la humanidad: su libertad en el más amplio sentido de la palabra.

            Primero te quiero señalar que, casi accidentalmente, se crearon dos ideologías antitéticas: el totalitarismo y la libertad.

Hannah Arendt
            ¿Qué es el “totalitarismo”? De la manera más explicita que se puede llegar a definir,  "Todo en el estado, todo para el estado, nada fuera del estado, nada contra el estado". Esto lo decía Mussolini y creo que es uno de los mejores resúmenes que se pueden encontrar. En palabras de  Hannah Arendt,  embaucar o engañar a la gente.

            Por otra parte, el significado original de la palabra “libertad”, según la describe Hayek, siempre ha expresado la posibilidad de una persona de actuar de acuerdo con sus planes (…). La libertad es la ausencia de coacción por parte de otros[1].

            Ahora bien te digo que el hombre tiene derecho a la búsqueda de la propia felicidad. Como dijeron los Padres Fundadores Americanos, estamos en el mundo para ser felices, no explotados por otros hombre ni por los gobiernos.

            Claro, hablo de gobierno, pero, ¿qué es? Te digo que el gobierno es una administración del hombre sobre otros hombres. De ahí la imperiosa necesidad de que sea absolutamente  limitado en sus funciones y atributos.

            Sin embargo, ¿qué veo hoy en día, por ejemplo en nuestra Argentina? Un fanatismo kirchnerista casi al extremo de formar una secta cerrada a opiniones diferentes. Así, ha obtenido este nuevo régimen un poder nunca antes logrado por ningún gobierno en un país seriamente organizado. Aquí se han violado descaradamente los derechos individuales de las personas. No sólo el de la búsqueda de su propia felicidad, como decíamos antes, sino también el derecho a la vida, el derecho a la libertad, y el derecho a la propiedad, entre otros.

            De todos modos, no creas que se trata de algo nuevo en la historia de la humanidad. Sin ir más lejos, en 1991 cayó, se desintegró, se pulverizó la Unión Soviética, el último gran vestigio de totalitarismo supremo a nivel hegemónico. Y Occidente salió claramente triunfante. Pero entonces, ¿qué es lo que pasa actualmente que el totalitarismo esta resurgiendo, por ejemplo en América Latina en manos del llamado socialismo del siglo XXI?

             A este totalitarismo se lo disfraza hoy con distintos ropajes. Por caso, la “ayuda a los pobres o los que menos tienen”. Por ejemplo, tan solo para mencionar uno de las tantas acciones gubernamentales que hay, subir el salario mínimo. Esta medida implementada es, en realidad, aun peor para los más pobres, dado que, la mayoría de los pobres no tienen estudios y no son los empleados más calificados. Entonces los gobiernos al subir el salario mínimo hacen que los empresarios, obligados por estas medidas, despidan a los menos calificados y ahora se le haga “rentable” contratar a gente que antes no lo era.  En definitiva, estimado individuo, te pido analices temas como estos, y que tengas presente que, como decía Karl W. Von Humboldt, “el mejor gobierno es aquel que se hace superfluo”. Lo que se debe hacer es darle el poder al individuo. Alberdi fue muy sabio en esto al crear la Constitución liberal de 1853 que, precisamente, pone en primer orden en su escala de valores a los individuos antes que al estado y los gobiernos.

            ¿Cuál debería ser nuestro rumbo? Recordemos que Lucio Séneca (4 a.C. - 65 d.C.) tiene una célebre frase: "Para el navegante que no sabe adónde va, nunca hay vientos favorables", y es una excelente referencia del gobierno actual que no tiene idea de las cosas que está haciendo. Pongámoslo en un nuevo ejemplo. Ya sabemos que los gobiernos siempre necesitan un enemigo para asustar a la gente y justificar a si mismos sus tropelías. Para tomar de nuevo como ejemplo a nuestro país, en este momento estamos en la fase en que el Poder Ejecutivo quiere terminar con un grupo de medios, Clarín, organización que ellos mismos ayudaron a agrandarse y que hasta no hace mucho defendía todas y cada una de las políticas del gobierno. Pero hoy en día, Clarín se encuentra en una faceta opositora “light”. Sin embargo este es un gobierno que, al no tener rumbo, y además muy comediante, está creando enemigos donde no los hay: los jubilados, las AFJP, la Corte, Estados Unidos, las empresas extranjeras, YPF española, la oposición política vegetariana, los “grupos concentrados”, y otra serie de inventos. En resumen, esta situación, ¿te ayuda a vos, individuo, a mejorar tu nivel de vida, a lograr tu felicidad? Claramente no. Es más, estimado individuo, en este “modelo” argentino estamos perdiendo todos con una política súper centralizada en el estado nacional, donde no existe el federalismo. Te agrego: las repúblicas federales, como Argentina o Estados Unidos, se fundaron para, entre otras razones, limitar a los gobiernos para hacer prevalecer la razón y la decisión de los individuos como vos por sobre los supuestos intereses superiores del estado o, peor, del gobierno. Es muy desagradable y da mucha bronca equivocarse cuando las decisiones no las toma uno mismo. Estamos viviendo en una irrealidad, sin saber que, en verdad, estamos yendo directamente hacia el choque con un iceberg.

            Llegado este punto, creo conveniente reproducir lo siguiente: La única idea “constructiva” que a conciencia puedo promover, es que el individuo ponga su confianza en si mismo, no en el poder; que busque mejorar su comprensión y sus conocimientos, levantando sus propios valores a niveles cada vez más elevados; que asuma la responsabilidad por su conducta, no delegándola en comités u organizaciones; y, sobre todos, no delegando su responsabilidad en un estado superpersonal. Estas reformas vendrán necesariamente, si los hombres actúan como seres humanos inteligentes y responsables.[2]

           
            Entonces, evitemos la igualdad de las personas: no somos iguales porque, justamente, somos todos individuos, vos y también yo, cada uno con sus distintas potencialidades. Nuestro faro debe ser la Libertad, con mayúsculas. No permitamos que el estado, ni ninguna otra organización, nos quite nuestra Libertad, que debe ser la mayor posible compatible con el marco social e institucional en el que nos desenvolvemos. Es nuestro derecho, y también nuestro deber. Ya lo dijo Benjamín Franklin: “Quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad”.

            Es lógico que más de una vez te sientas acorralado. Por caso, cuando se habla de “la sociedad”, “la comunidad”,  “el público” o términos por el estilo. Pues bien, tené en cuenta, como bien señala Mises en su monumental obra “La Acción Humana, Tratado de Economía” que “la acción es obra siempre de seres individuales. Los entes colectivos operan, ineludiblemente, por mediación de unos o varios individuos, cuyas actuaciones se atribuyen a la colectividad de modo mediato”. Más adelante agrega que “una colectividad carece de existencia y realidad propia, independiente de las acciones de sus miembros”, “no es ni siquiera concebible un ente social que pudiera operar sin mediación individual”, “la realidad de toda asociación estriba en su capacidad para impulsar y orientar acciones individuales concretas”, “el único camino que conduce al conocimiento de los entes colectivos parte del análisis de la actuación del individuo”.

            Mises no termina en lo anterior, sino que agrega más conceptos que refuerzan su línea argumentativa. Así, dice en la misma obra que “la sociedad no tiene más base que la propia actuación individual”, sólo gracias a las acciones de ciertos individuos resulta posible apreciar la existencia de naciones, estados, iglesias y aun de la cooperación social bajo el signo de la división del trabajo”, “la actuación individual engendra la colectividad”,  y que ésta se “integra de concretas actuaciones individuales”, minimiza la existencia de un alma social y dice que “todo ente colectivo no supone más que un aspecto particular de ciertas actuaciones individuales”.


            Espero, mi estimado individuo, que los conceptos que, brevemente, he desarrollado en las líneas anteriores te hagan reflexionar acerca de la importancia en el respeto de los derechos individuales, así como, repito, a la vida, a la propiedad, en una palabra, a la felicidad plena. ¿Cómo podemos resumir esto? Bien, con un principio fundamental que en las modernas concepciones del derecho y la economía se lo conoce como Rule of Law: las mayorías no tienen derecho a violar los derechos de las minorías.

            En el mismo sentido, ya Adam Smith dijo en su Teoría de los Sentimientos Morales que  “en la búsqueda de su propio provecho el individuo colabora con los demás. He visto muy poco bien hecho por aquellos que pretenden actuar por el bien público”. Como verás, la acción individual necesariamente conlleva una reciprocidad hacia los demás. Es decir, el individualismo no es sino una de las caras de la fundamental cooperación social.

            Claro que no siempre fue así. Si tuviera que definir o establecer una fecha a partir de la cual los individuos tomaron conciencia de la importancia fundamental de su accionar, esa es la Revolución Gloriosa en Inglaterra de 1688, a partir de la cual se limitaron los poderes de los reyes y fijaron como fundamentales para los hombres derechos tales como a la propiedad, la libertad, la vida, en fin a la búsqueda de la propia felicidad. Justamente, de nuevo, el  “Rule of Law”, que se plasmó definitivamente en la constitución de Estados Unidos a partir de 1787.

            En nuestro país, quien más ha bregado por difundir estos principios es el doctor Armando Ribas, que resume brillantemente la idea en el siguiente concepto: "Rule Of Law implica la limitación del poder político, que se hace imposible cuando el gobierno se apropia de la eticidad de la sociedad, al descalificar éticamente los intereses particulares como contrarios al interés general."

            Finalmente, entonces, mi estimado individuo, espero que este pequeño ensayo te haya ayudado a abrir los ojos a la realidad, a no sentirte culpable cuando alguien, por ejemplo, te diga que tu acción “sólo mira tu interés particular y no el del conjunto de la sociedad” o cuando te acusen de no “tomar en cuenta los valores y objetivos fundamentales del país”. Ahora, espero, tendrás elementos decisivos, no sólo para sentirte bien con vos mismo, sino para saber que sólo debés cumplir tus ideales individuales y que lo demás se dará por añadidura. Si esto es así, habré cumplido mi propósito, habré logrado mi objetivo.

Un abrazo.





[1] IDEAS sobre la libertad, Nro. 49, diciembre de 1986. John Hospers “Los significados de la libertad”.
[2] IDEAS sobre la libertad. Nro. 31. “Confiemos en el individuo” Frank Chodorov. 

lunes, 17 de junio de 2013

El pasivo del MAMDIS

¿Es el kirchnerismo el peor administrador de la cosa pública de la historia argentina? Se podría decir, rotundamente, que sí. Todo el tiempo escuchamos frases autorreferenciales que hacen alabanzas a Néstor Kirchner por el supuesto “pago de la deuda”. Pero puede que sea la falacia más grande del gobierno kirchnerista.

Veamos. Nunca en la historia de Argentina se ha recaudado más que en estos últimos diez años de gobierno. Un estado que avanza sobre la libertades individuales, expropiando y confiscando sin límite alguno. Sin embargo el país tiene miles de deudas…

Nos estamos refiriendo a las deudas por juicios entablados contra el país, que van desde casos nacionales hasta internacionales, de particulares hasta colosos empresariales.

Para darnos una idea de que monto estamos hablando, se puede tomar como referencia que las reservas del Banco Central son de unos casi US$ 39.000 millones. Y los reclamos a los que me refiero llegan a unos 77.000.000.000 de dólares, es decir mucho más que todas esas reservas. Y esto haciendo abstracción de que, de ninguna manera, los gobiernos pueden usar fondos de un órgano independiente, como un banco central, para pagar deuda pública. En este sentido, ya sabemos que los fondos de los bancos centrales son los activos que respaldan el pasivo de la base monetaria. En otras palabras, es el respaldo que tiene una moneda ante la confianza (o desconfianza) de la gente.

Y bien, estas cifras son demostrativas del coloso pasivo que está dejando la supuesta “década ganada” del kirchnerismo. Más claro aún: un país, virtualmente, fundido.

LOS JUICIOS Y DEUDAS

Analicemos brevemente los juicios que está afrontando la Argentina: son innumerables.

Estados Unidos,  Europa  y los mismos argentinos le hacen juicios a un gobierno que se extralimitó y avasalló todas las reglas de juego, tanto privadas como públicas, es decir verdaderos atropellos que pulverizaron la seguridad jurídica de la nación.

Dentro de los casos más relevantes se encuentran, en cifras aproximadas y agrupando según el tipo de deuda:

En tribunales internacionales:
  • Los jugosos US$ 11.177 millones de bonistas que no entraron a los leoninos canjes. Ciertamente, están muy bien defendidos por el juez Thomas P. Griesa, de la Corte del Distrito Sur de New York. Pueden llegar a ser unos US$ 20.000 si se le suman los intereses caídos.
  • US$ 9000 millones en deuda de la Argentina al Club de París.
  • Tramitados en  el CIADI (Centro Internacional de Arreglos de Diferencias relativas a Inversiones), con sede en Washington:
        • US$ 8.000 millones del juicio de Repsol por la confiscación de YPF.
        • US$ 1.560 millones del juicio de Marsans por la estatización de  Aerolíneas Argentinas.
        • US$ 400 millones de otras demandas internacionales menores.
 En el orden local:
  • US$ 23.600 millones de los fondos que administraban las AFJP que, si bien eran de propiedad de los aportantes (futuros jubilados), fueron confiscados sin compensación alguna. Es claramente, un pasivo contingente que se producirá en función de reclamos judiciales.
  • US$ 10.100 millones en demandas previsionales, de jubilados que exigen reajustes en sus haberes.
  • Juicios por accidentes en transporte público. El caso más conocido es el de las víctimas de la "Tragedia de Once",  donde el costo más grande fue la incalculable pérdida de 51 vidas y los más de 700 heridos que quedaron. Se calcula unos US$ 500 millones que el estado deberá pagar de indemnizaciones.
  • Unos US$ 400 millones de juicios de empresas mineras.
  • US$ 2000 millones, asignados en el presupuesto 2013 a pagarle a Venezuela.
  • US$ 1800 millones a PdVsa por deudas de compra de fueloil.

Thomas P. Griesa
¿Cómo es que, prácticamente, no se hable de todas estas multimillonarias deudas, en un país donde el día a día es una montaña rusa de noticias, los juicios son como fantasmas que nadie ve ni escucha salvo los propios perjudicados, a los que el gobierno responde con oídos sordos? ¿Ejemplos? A los jubilados les alargan los juicios esperando que mueran antes de llegar a un acuerdo o la aplicación de las sentencias. A los españoles de Repsol se les ríen en la cara intentando imponerles una suma mucho menor a la que deberían pagarles (y, sin embargo, no les pagan nada). A los bonistas estadounidenses que alguna vez depositaron su confianza en la Argentina les dicen, despectivamente, “fondos buitres”. Mientras tanto, todas las empresas estatales son deficitarias, la única manera de hacerle frente es mediante la coerción vía impuestos a un nivel nunca visto en el país, impuestos que el gobierno despilfarra en planes sociales y subsidios a empresas amigas.

¿Quién se va hacer responsable de estas deudas millonarias? El kirchnerismo seguro que no. ¿Quién es el que va a tomar la posta en 2015 y con qué escenario se va a encontrar? El silencio es casi total. De esto no se habla. Como vemos, el pasivo contingente es, sencillamente, enorme.

Digámoslo con todas las letras: el kirchnerismo está dejando un país en ruinas desde todos los puntos por donde se lo mire. Han hecho una estafa monumental a la ciudadanía argentina. Pero, como dice el refrán popular "no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista": en algún momento la era kirchnerista va a terminar y lamentablemente los que va a terminar pagando esta fiesta de estatismo son las futuras generaciones que nada tuvieron que ver con esto. Un gobierno que se jacta tanto de una “década ganada”, pero que al fin y al cabo está dejando una herida que ya comienza a ser la gran infección con una dolorosa verdad. Y esto sin dejar de tener en cuenta que el famoso “modelo acumulación con matriz diversificada e inclusión social” (Mamdis) tiene los días contados.

Algunas fuentes: Mecon, Ciadi, Anses, BCRA citadas por el diario La Nación