martes, 18 de noviembre de 2014

El oro, patrón de la libertad

Exposición en el V Congreso Internacional “La Escuela Austríaca en el Siglo XXI”, el día 19 de noviembre de 2014 en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina.

A continuación el paper presentado, video de la ponencia y resumen ampliado.





Resumen ampliado

El objetivo de este trabajo es señalar la preeminencia del oro como moneda por sobre cualquier otra opción. Desde una perspectiva histórica referida a nuestro país, la experiencia de los últimos 100 años se han caracterizado por reiterar las recetas de expansión monetaria y gasto fiscal exponencial con altos impuestos, entre otros factores. Y sin duda, un elemento más que influyente en nuestra declinación, derivado de los anteriores, ha sido y sigue siendo la inflación. En este contexto, y para poner un límite real y concreto a las ambiciones de los gobernantes, propongo la implantación del oro como nuevo patrón monetario.

En el mismo destaco la importancia de independizar la emisión monetaria de las siempre arbitrarias decisiones gubernamentales a través de la implementación de un sistema de patrón oro, sin perjuicio, claro, de la posible existencia de otros patrones monetarios según lo determine el mercado. También se presenta como sería un posible camino desde la actual moneda inconvertible a una moneda mercancía con patrón oro: la eliminación del banco central y su reemplazo por una caja de conversión.

Para dar sustento al trabajo, entre tantos autores que han tratado el tema, se citan  destacados próceres nacionales como Juan Bautista Alberdi o Nicolás Avellaneda, así como también a economistas internacionales como Ludwig Von Mises, Murray N. Rothbard, Thomas Gresham, Milton Friedman, entre otros. El trabajo se realizó basándose en una extensa investigación documentada en las referencias bibliográficas y notas al pie.

Junto con una breve reseña histórica, se trata de situar en contexto el valor del oro como bien de reserva apreciado por la humanidad desde lejanos tiempos. Se destaca la depreciación que han sufrido monedas como el dólar estadounidense para concluir la preeminencia de las monedas mercancía, por caso el oro. Y se da fuerza a la razón principal de la existencia del oro como moneda: la confianza que genera la imposibilidad de su depreciación.

Finalmente, se hace hincapié en la necesidad de la vuelta, en nuestro país, de los valores republicanos, con el fin de que no solo se implemente un patrón oro como el descripto, sino un conjunto de normas y principios acordes con nuestra constitución alberdiana.