sábado, 24 de diciembre de 2011

Infierno para todos

Toda mi vida me dijeron que un terrorista era alguien que ejerce terror sobre las personas, para  hacerlas entrar en pánico. Los métodos usualmente empleados por los terroristas son los asesinatos, las bombas, los secuestros, etc.

El caso mas famoso, por lo menos de los últimos 15 años, de terrorismo es el de Osama Bin Laden. Estaba acusado de incontables crímenes, entre los cuales se encontraba la destrucción de las torres gemelas en EEUU.  Las atrocidades que este individuo cometió hizo que un país se obsesionase con él y lo buscara hasta el cansancio, desatando invasiones a 2 países, e incluso limitando las libertades individuales de las personas en EEUU. Finalmente, en 2011 lo mataron, luego de mas de 10 años de persecución.

Pues bien, Bin Laden es lo primero que se me ocurre cuando nombran la palabra “terrorista”. Pero parece que en Argentina tienen una visión muy diferente a lo que significa ser un terrorista…

Hoy en Argentina ser terrorista es, dicho en palabras simples, todo aquel que no comparta el relato oficial y difunda una opinión diferente.

En este caso… yo perfectamente sería un “terrorista”. Por lo que ¿me pondría a la altura de Bin Laden? ¿Acaso maté a alguien? Si me fuese del país ¿me buscaría la INTERPOL por acciones de terrorismo en Argentina? Queda clarísimo que esta nueva ley no es más que un nuevo recurso del gobierno para callar a los opositores y anestesiar aún más a la gente que los votó, en especial a aquellos que reciben las prebendas del estado.
 
Citando de la Constitución:

            “Art. 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.”

Como ya se sabe, es más fácil que Palestina se amigue con Israel, antes que en Argentina se respete la Constitución… por lo tanto, es inútil que se cite un artículo de la misma para defender al individuo.  El espíritu de la Constitución, pensada por Alberdi como bastión máximo para limitar a los gobiernos, ha dado un giro de 180º y es ahora un compendio de palabras simbólicas redactadas en 1853.

 Como conclusión, a partir de hoy me convierto en un “terrorista” para el gobierno de Argentina. Viviré con el miedo de que me multen por decir lo que pienso; con la bronca de no poder vivir libremente y de estar atado a la suerte del día a día; vivir a la expectativa de no saber si tendré que cerrar este blog por no ser oficialista; con la esperanza de tener algún futuro en este país…

Sin más digo ¡BIENVENIDOS A DICTADURA DE LA EX REPUBLICA ARGENTINA!    

viernes, 9 de diciembre de 2011

¡Vos sí! ¡Vos no!

Desde hace mucho tiempo es que tengo el interrogante sobre ¿cuándo se inventó el pasaporte? Y, más importante aún, ¿por qué, hoy en día, es lo primero que hay que tener si se quiere pasar de un país a otro?
 Citando:
            “En la última parte del siglo XIX y hasta la Primera Guerra Mundial, en general, no se requería pasaporte para  los viajes dentro de Europa, y el cruce de la frontera era fácil. En consecuencia, relativamente pocas personas  tenían pasaportes.” ¹

Primero y antes que nada, queda claro entonces que el pasaporte es un invento del último siglo para restringir las libertades individuales, trabando la posibilidad de los ciudadanos para salir de su país y, a la vez, dejar entrar al mismo a los extranjeros.

Ahora bien, ¿quién es el mayor beneficiado? Como no podía faltar, el Estado. En principio porque es el que decide quien entra y quien sale. Segundo, porque tiene el monopolio para  hacer el trámite con el correspondiente costo a cargo de los ciudadanos.

Uno de los argumentos en los que me baso para intentar abrir los ojos sobre este estúpido invento es el porque solicitar a los viajantes el pasaporte para entrar al país…¿Acaso los  viajeros internacionales vienen al país a insultar a los habitantes? ¿A asesinarlos? ¿A robar? NO! Claro que NO! Ellos vienen, justamente, a  hacer turismo, a trabajar, a ejercer toda actividad licita, a estudiar, a conocer lo popularmente llamado  “cultura” y por, añadidura, a dejar sus capitales en el país y aportar su mano de obra. Así ha sido siempre en la historia de la humanidad, hasta que los gobiernos decidieron hacer más difícil, cuando no imposible, ese movimiento espontáneo de la gente.
                           
Un poco de historia (no tan lejana): mi familia es de ascendencia italiana, llegados a  la Argentina junto con otros miles de inmigrantes (italianos, españoles, polacos, etc.), queriendo obtener en estas tierras un futuro mejor del que podían llegar a tener en sus países de origen. ¿Qué hubiese pasado si todos esos miles de inmigrantes hubiesen tenido que tener el bendito pasaporte para venir a la Argentina a vivir? Lo seguro es que más de la mitad de ellos, finalmente, no hubiesen llegado a estas tierras y nuestro país, tal vez, no sería lo que es hoy en día gracias al aporte multicultural de tantos inmigrantes.

Como conclusión, sostengo que el pasaporte no es más que un impedimento estatal a la libre circulación de las personas alrededor del mundo y que cualquier pasaporte (o lo que fuere parecido a ellos), debería ser eliminado, anulado y extinguido de los requisitos exigibles a todo viajero internacional.

  


martes, 6 de diciembre de 2011

¿De verdad el Euro se tiene que acabar?

En estas últimas semanas he escuchado mucho acerca de si el euro debe llegar a su fin, y que cada país debe volver a su moneda de hace 20 años...

Lo primero que relaciono cuando escucho la palabra "moneda" es: gobierno, "dinero estatal", papeles de colores controlados por 15 hombres en el poder, a su antojo y conveniencia.

Pero cuando hago la relación con "euro", se me viene la descripción de "moneda casi privada", si se le puede llamar así. (Cuando digo la palabra "privada" hago referencia a una moneda, casi, sin dependencia de un solo Estado/gobierno/15 hombres).

En mi opinión, el euro es uno de los aspectos más positivos que puede tener la unión europea de todos estos años de formación y gestión. ¿Por qué digo esto? Justamente por las razones que me da la historia y la corta experiencia de vida que tengo.

Un ejemplo directo es el fin de "la convertibilidad" argentina (peso-dólar). Haciendo no mucha memoria, recuerdo que un grupo de ineficientes no supo controlar ese gran sistema, con sus lógicas falencias, en el cual $1 equivalía a un US$1. Pasada la crisis del 2001, en Argentina,  un gobierno sin ninguna confianza, toma la medida, impulsada por Duhalde, de devaluar el peso argentino, para "salvarse" a sí mismo, porque las verdaderas razones eran proteger a los lobbys amigos y no tener que ajustar los gastos estatales. Así se terminó con la convertibilidad, abriendo las puertas al peor impuesto para los pobres que es la inflación, dejando al banco central con las manos libres para imprimir papeles a su mera disposición.

Volviendo al euro, claramente dejo mi argumento a la vista, y aclaro que salir del euro sería un error gravísimo, más que nada para los países que hoy se encuentran en "crisis". Si España deja el euro y vuelve a la peseta, ¿qué creen que hará el gobierno, sino realizar la estúpida y ya mil veces refutada idea de imprimir billetes y billetes para "reactivar y sanar la economía"?

Esta crisis, a mi entendimiento, no es más que la muestra de los gobiernos ineficientes que piensan que el rol principal de ellos es gastar y gastar sin medida.

La gente esta totalmente errada al pensar que el gobierno tiene que ser nuestro padre, mientras que tiene que estar claro que somos nosotros los padres del gobierno y que él sólo vive a nuestras expensas...

lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Los costos determinan los precios?


            La teoría del trabajo dice que las cosas valen por el trabajo que tiene  incorporado. Por ejemplo: algo que tiene muchas horas hombre, tendrá más valor.

           Un ejemplo de la vida diaria: muchas veces nos ofrecen bienes que son más caros porque son “hechos a mano”. Por caso, un pulóver hecho a mano se cobra más caro que un pulóver industrial. ¿Es esto así? ROTUNDAMENTE NO. La ciencia económica descubrió hace ya mas de 2 siglos, que los costos no determinan los precios, sino que justamente vale lo contrario, es decir, incurrimos en más costos porque el mercado esta dispuesto a pagarlos. Así, en el caso del pulóver, es el mercado, es decir la gente, la que esta dispuesta a pagar más por un pulóver artesanal que uno industrial. Como está dispuesta  a pagar más, es que puedo incurrir en más costos en fabricarlo.


            Veámoslo con un ejemplo contundente: si en el fondo de de mi casa me pongo yo a construir un automóvil desde 0 (cero), digamos una imitación de un Corsa, es un hecho que mi imitación va a ser un “desastre”. Si tardo, por ejemplo 4 años en construirlo, y me fijo un salario de $5.000 mensuales, podemos asegurar que nadie me va a pagar a mí  los $240.000 que invertí sólo de  mano de obra en mi Corsa. ¿Por qué?, porque en  el mercado ese automóvil se consigue, perfectamente construido, por $80.000.

            Entonces esta claro que por más costos de trabajo en que yo haya incurrido, eso no implica que sea una fuente de valor. En resumen: el trabajo es un costo más que tendré que tener en cuenta, pero que no determinará el valor final del producto.




LOS COSTOS NO DETERMINAN LOS PRECIOS, SINO QUE LOS PRECIOS DETERMINAN LOS COSTOS…