El vice presidente de la ex República Argentina dijo que “libertad sin igualdad es como tener una pizza sin queso”, y que seria una libertad “para muy poquitos”…
No puede estar más equivocada esta persona. Ya sabemos que en realidad, la igualdad en las verdaderas repúblicas es igualdad ante la ley. Es decir que para la aplicación de la ley no se tienen consideraciones particulares relativas al sujeto en cuestión. Esto esta perfecta y claramente instituido en nuestra Constitución Nacional, artículo 16.
Entonces, digamos que para que haya “igualdad” tiene que haber alguien que dicte que es igual y justo. Esto significa que el gobierno decide cuales van a ser los parámetros de esta "igualdad": Pedro decide lo que Juan debe hacer por Lucas… lo que crearía una tremenda injusticia.
Para ejemplificar lo que digo, voy a seguir con el ejemplo del señor Amado y su pizza: lo que en verdad está proponiendo es que en una pizza de 8 porciones y 7 aceitunas, se quiten todas las aceitunas para que todas las porciones sean iguales. ¡No sabiendo si es que a todos les gusta o no las aceitunas! (y encima, por otra parte, el gobierno normalmente se come todas las aceitunas). O que a una pizza se le quite todo el queso porque solo hay una persona intolerante a la lactosa.
Le comentó al señor Amado que si se antepone igualdad antes que libertad va a terminar perjudicado antes que haciendo el bien. En otras palabras, no va a existir ni igualdad ni libertad. Pero si se da libertad primero, cosa que su gobierno no hace, le aseguro que va a haber una tendencia a la igualdad que está intentando defender.
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